Bebé búho : “Mi bebé duerme por el dia y por la noche no”

Bebé búho : “Mi bebé duerme por el dia y por la noche no”

Desde Jardín Infantil queremos compartir informaciones interesantes que os ayuden en la fascinante tarea de EDUCAR, tan ardua como gratificante. Una de las circunstancias más habituales a las que tienen que enfrentarse las familias está  relacionada con la necesidad  de que el bebé duerma tranquilamente durante toda la noche. Los recién nacidos duermen durante gran parte del día y de la noche y no distinguen las horas diurnas de las nocturnas cuando nacen.

Sabemos que los recién nacidos no duermen del tirón porque necesitan despertarse cada dos o tres horas para comer y es a partir del cuarto mes, aproximadamente, cuando las horas de sueño se alargan y podemos enseñarles a dormir. Sin embargo, llegar a ese punto no siempre es fácil… a veces, el bebé no se duerme y comienza la desesperación … 
  • Continuación de la vida intrauterina

Tras el nacimiento, el bebé continúa durmiendo de la misma manera que lo hacía en su anterior etapa, con periodos muy cortos y sin estar sincronizados de alguna manera con la luz solar; por nuestra parte, los adultos seguimos un ritmo circadiano, de 24 horas, mientras que el bebé responde a esquemas más cortos hasta, aproximadamente, los cuatro meses de edad, momento en el que su estructura cerebral está más madura.  Por lo tanto, durante esa primera etapa, suele despertarse cada tres horas aproximadamente, se alimenta y vuelve a dormirse de nuevo, es decir, se despiertan con frecuencia para comer, como ya conocemos, lo que no debe preocupar. 

Vamos a conocer las dos etapas de sueño por las que pasará el bebé durante sus primeros doce meses de vida.

  • Primera etapa.

El bebé duerme unas dieciséis horas diarias aproximadamente y se prolonga hasta los tres o cuatro meses. Las tomas son las encargadas de marcar el ritmo de sus despertares. Los periodos de sueño se suceden cada tres horas y están despiertos alrededor de una hora… Poco a poco este tiempo se va incrementando y a los tres meses pueden permanecer despiertos tres horas después de comer. Es la etapa de más  paciencia para los padres y de menos horas de sueño.

  • Segunda etapa.  

El bebé duerme unas trece horas diarias a partir de los tres meses y empieza a relacionarse con su entorno. Posteriormente sincroniza sus ritmos de sueño necesitando solamente una siesta por la mañana, otra por la tarde y el largo sueño de la noche. Hay bebés que duermen ocho horas seguidas antes de los cinco meses.

  • El bebé “búho” 

Poco a poco, a medida que el bebé va creciendo, los periodos de vigilia durante la noche están menos presentes y termina durmiendo entre diez y doce horas seguidas. Todo esto es habitual, pues cuando el bebé estaba dentro del vientre materno no tenía las referencias ni los estímulos de luz tan patentes como puede experimentar una vez nacido. No obstante, algunos bebés son búhos nocturnos, están muy despiertos justamente cuando es hora de irse a dormir. Durante los primeros días no podemos hacer demasiado al respecto, pero una vez que el  bebé tenga algunas semanas, empezaremos a enseñarle a distinguir entre la noche y el día. Lo más recomendable es tratar de mantenerlo más estimulado por el día, dentro de un orden adecuado, para que pueda dormir durante la noche.

Recordad que los bebés pequeñitos necesitan adaptarse poco a poco a los ritmos de sueño y vigilia de los mayores, así como alimentarse más seguido, sobre todo, los lactantes. Con paciencia se irán acostumbrando a realizar menos siestas durante el día y a dormir más horas seguidas de noche.

  • ¿Qué hacemos? Os dejamos algunos trucos: 

Durante el día, es clave que la actividad de la familia en el hogar sea la cotidiana (ventanas sin persianas o cortinas permitiendo la entrada de luz natural, electrodomésticos en funcionamiento…) Por la noche, las luces serán suaves y el nivel de ruido será bajo, hablaremos  poquito y en susurros…


Por el día, tendremos en cuenta: La duración de las siestas diurnas (no deberán sobrepasar las 3 horas)Si el bebé duerme en su dormitorio, mantendremos las cortinas abiertas y no minimizaremos el nivel de ruido habitual de la casa. Cuando el bebé esté despierto continuaremos con la estimulación aprovechando para jugar con él. La estimulación durante el día. Procuraremos que el bebé tenga actividad y reciba estímulos sensoriales positivos.
Y cuando sea de noche: El dormitorio del bebé estará a la temperatura adecuada.Las ventanas y cortinas se mantendrán cerradas, evitando la luz excesiva  y minimizando cualquier emisión de ruido.Si el bebé se despierta, lo alimentaremos y volveremos a acostarlo utilizando una luz tenue. Esperaremos cuando el bebé empiece a hacer ciertos ruidos o lloriqueos antes de acudir inmediatamente a ver qué pasa, pues en muchas ocasiones está buscando su postura cómoda para poder dormir con tranquilidad.

El bebé empezará a comprender que existen momentos para el juego y momentos para el sueño. 

  • ¿Cómo sueñan los bebés? 

Sabemos que los bebés pueden soñar por la abundancia de investigaciones hechas al respecto desde distintos profesionales de la medicina, la psicología… Por ejemplo,  encontramos varios estudios relativos al sueño en bebés. El doctor Charles P.  Pollak del Centro para la Medicina del Sueño del Weill Corner Hospital de Nueva York, afirmó que los bebés igual que los adultos entran en fase REM (rápido movimiento de los ojos), una fase donde se produce la mayor parte de los sueños. Sin embargo para este experto es imposible averiguar qué sueñan. Hay científicos que afirman que los bebés comienzan a soñar en el vientre materno ya que se ha detectado actividad cerebral durante la fase del sueño.

Ana Roa, psicopedagoga y experta en psicología infantil